Signo Dragón en el Amor
Cuando se crucen contigo bueno es sucumbir a tu impacto.
Al igual que con los objetos voladores no identificados, que aparecen y desaparecen de nuestra vista y nos cambia la visión del universo, pasar una temporada en el cielo contigo resulta altamente sanador, entiquecedor y enloquecedor.
Hay que seguirte porque jamás detienes tu vuelo por nadie. Es necesario estar en buen estado físico y mental para acompañarte, pues tu capacidad de sorpresa no tiene igual: siempre estás listo para renovar tus neuronas inventando situaciones los más dispares posibles.
Eres apasionado, volcánico, desafiante, transgresor, hipnótico, fascinante y seductor. No dejas momento libre que lleve a la distracción y mantienes ocupado a tiempo completo con tu calidez, voluptuosidad, sentido del humor y sex appeal.
Siempre estás preparado para hacer el amor, más por deporte que por la persona.
Te desvives por ser el mejor amante y sueles hacer regalos carísimos y muy vistosos para ganar terreno a posibles competidores.
Inspiras amores de película y novelas; eres intenso, te encanta tener a alguien a tu lado para admirar y que te despierte interés por la vida. Jamás bajas la guardia y eres muy protector, celoso, dominante y posesivo con tu pareja.
Puedes amar a una persona toda la vida y tener un harén.
Necesitas situaciones que te estimulen para que circule la adrenalina y sentir que eres único e imprescindible.
Eres un enamorado del amor y de sus miles de caras: adicto a novelas, episodios dramáticos en el barrio o en la escuela para enamorar al más difícil, al profesor o al cura.
Puedes casarte una o más veces: dependerá de la capacidad que tenga.
Te gusta sentirte atado por un momento a alguien que te brinde atención y despierte tu erotismo cuando menos lo esperas y ponga orden mientras tu produces el caos.
No eres un animal solitario: necesitas público que te admire y estimule en tus riesgos, aventuras y en tu profesión.
A veces cansas a tu pareja con monólogos y discursos. No conoces pausa y estás siempre a la defensiva.
Resultas en un gran estratega en el amor: no das puntada sin hilo y montas situaciones de ciencia ficción.
Cuando te enojas lanzas llamaradas que incendian a tu amado y hay que pedir al cielo un diluvio para retornar a la calma.
Tienes magnetismo, un poder del más allá que atrae a los curiosos, diferentes, extraños, y los ayuda a levantar vuelo de la tierra por un rato.
En realidad, eres sobrenatural, mágico y demasiado humano, difícil de soportar.
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